17 abr 2007

Que tienen en común los biocombustibles, el FMI, Castro y Chávez?

Biocombustibles en expansión

El tema de los biocombustibles, en particular el etanol (sustituto de la gasolina) que hoy por hoy se saca de sitios como la caña de azucar o el maíz se está poniendo bastante polémico. Algunos siempre pensamos que lo de que se pudiera sacar de bebér para nuestros vehículos energívoros a partir de algo en principio reciclable como la biomasa era una noticia genial: podría ser el fin de la injusta, proteccionista e ineficiente Política Agraria Común Europea y que los agricultores del norte se puedan dedicar en los campos a producir algo que sirva y no a buscar la forma de pillar la subvención y los del sur a poder vendernos sus tomates y hacerse ricos con ellos.

Claro, las cosas luego no son tan claras: al desplazar el uso del suelo y de los alimentos pasan cosas como que sube el precio de los cultivos básicos como el maíz y en algunos sitios (como México) hay gente que no puede pagar la tortilla... es decir, que no puede comer. Punto para uno de los problemas más graves del mundo actual: la jambre. Y eso es básicamente lo que dijo el otro día el FMI; y antes que ellos Castro, y después Chávez.

Seguramente tienen razón en parte, hay que tener mucho ojito con los biocombustibles y evitar que compitan con la producción de alimentos, sólo las zonas excedentarias deberían dedicarse a producirlos. Pero en mi caso no basta para ponerme en contra de los biocombustibles. Ni siquiera me pone en contra el saber que el balance de CO2 no es tan neutro como dicen (he oído que si se considera todo el ciclo de producción del biocombustible en realidad sólo se reducen las emisiones de CO2 respecto a quemar fósiles directamente en un 30%). Es mejor eso que seguir viviendo de rentas del cretácico y calentando el planeta. Ah, y me parece sospechoso que sean Chávez (rico en petroleo), Castro (que también está descubriendo reservas interesantes en el norte de su isla), Evo y los poderosos quienes están en contra de que se desarrolle una alternativa a la fuente de su oligarquía y que abra la puerta del desarrollo a otras regiones ahora más desfavorecidas.

En resumen: cuidadito con los biocombustibles, pero tienen tan grandes ventajas que hay que explotarlos.